sábado, 13 de marzo de 2010

Aca va...

Bueno, la cosa es así. Salí no muy temprano de Pergamino, primero pase por la Estación a saludar a mis ex compañeros de trabajo y recién después salí a al ruta, algo como a las nueve y media de la mañana. Tres horas después logre que un Falcon verde me lleve hasta la ciudad de Colon.Luego de tres horas mas de espera, gracias a mi cartel titulado "Sacame de Acá" este bello ejemplar de VW se detuvo unos cuantos metros mas adelante. Sin dejar de sonreír Gaston me abre la puerta y le pregunto: ¿me sacas de acá?. y a carcajadas me responde que si. En un camión al fin y sobre la ruta al fin, comienza mi viaje hacia los confines Cuyanos, sin saber que esperar, sin saber que vivir...
Unos pocos metros mas adelante, Gaston me pregunta hacia donde viajo y le respondo que por ahora hacia Mendoza, después al Sur. Gaston me dice, :"Yo voy hasta San Juan a cargar Uvas, si queres vamos". En ese mismo instante me acorde de Oscar un camionero que me levanto en una rotonda en Azul cuando iba par el Encuentro de Mochileros en Reta, y en esa oportunidad me propuso ir hasta Usuahia y yo me negué, bueno ahora no iba a ser así. Decidí que esas oportunidades del camino hay que aprovecharlas, total tanto no se puede perder, y acepte la incitación de ir a San Juan.
Llegamos a Sampacho Provincia de Córdoba y nos agarro el paro del "Recambio Turístico" (Esto fue un primero de Marzo, día lunes a la noche)
Ya temprano al otro día, seguí os viaje hacia la provincia de San Luis, lugar donde íbamos a recorre runa ruta de puro decierto que hasta ese momento no había transitado nunca. En el camino entramos en un puesto de desinfección en la entrada a San Juan, ahí pude apreciar el contenedor por dentro y sacar fotos al camión de todos los ángulos posibles.

En el camino, Gaston me cuenta que le designan viajes al interior del país y mas precisamente a San Juan. Me cuenta que la primera vez que llego a esta hermosa provincia, llamo con lágrima en los ojos a su familia para contarles lo indescriptible del lugar y lo emocionado que se sentía.
Gaston es un joven camionero de la ciudad de Arrecifes de la provincia de Buenos Aires, a pocos kilómetros de Pergamino, donde vivo yo. Gaston tiene una familia compuesta por dos hijos varones de corta edad y su señora, este es su ultimo viaje a San Juan y lo lamenta con profundidad, cuenta con entusiasmo cuando llevo a su hijo mayor en el camión de acompañante para que conociera los confines cuyanos.
Una vez que entramos en la ciudad, nos dirigimos en busca de la finca donde cargaríamos la uvas que serian trasportadas después a Singapur, esta, se encontraba a los pies del Cerro Blanco, un cerro donde se extrae cal para la construccion, y para encontrarlo tuvimos que atravesar la ciudad y pasar por encima del Autodoromo El Zonda, un lugar increíble y un paisaje abrumador.

Al llegar a la finca, Gaston se encontró con un amigo que venia a buscar lo mismo que el. Comimos en el bar de la finca y cuando fuimos a cargar, se dio que el refrigerador del camión del amigo de Gaston estaba roto. Mas de tres horas después, se pudo arreglar y al fin cargamos para seguir viaje, de regalo nos dieron un cajón de uvas de exportacion, tan grandes y ricas como las que siempre soné y nunca pude comer.


Salimos de la finca y nos dirigimos hacia la Aduana para hacer los papeles del transporte y poder partir otra vez hacia Buenos Aires, menos yo, que me quede para seguir viaje. En la Aduana los camioneros, mientras yo me bañaba, fueron a hablar con los demás transportistas para ver quien seguía viaje rumbo a Mendoza para así poder llevarme. La cosa fue que todos se volvían a Buenos Aires y solo dos camiones se iban a Chile por Mendoza, pero salían a la tarde del día próximo. Hablamos con la gente de la Aduana y me comunicaron que no me podía quedar a dormir ahí y mucho menos hablar con los camioneros para que me llevaran, me tenia que ir de ahí si o si. Mis amigos camioneros me dijeron que no me hiciera problema que me conseguían un camión a Mendoza. Salimos de ahí y fuimos a una parrilla que estaba a pocos metros de ahí y hablaron con el dueño, diciéndole que yo estaba de viaje y necesitaba llegar a Mza si o si para la noche, el dueño hablo con migo y me dijo que no tenia drama en conseguirme un camión y que si no pasaba nadie me prestaba una habitación para dormir, por que ya era de noche y no pasaba nadie.

Me despedi de Gaston y su amigo, con la promesa de volvernos a encontrar alguna vez, en Arrecifes, en Buenos Aires, en Pergamino o en la ruta tal vez. Quince minutos despues paro un camion a comprar una gaseosa, el dueño del lugar le comento mi causa y accedio a llevarme a Mendoza, y asi fue que despues de las doce de la noche de ese dia, festeje mi cumpleaños numero 22 arriba de un Mercedes Benz rojo, cargado hasta los ejes de puro tomate perita...

No hay comentarios: