sábado, 9 de mayo de 2009

Alla arriba, donde todo es blanco

Lisa: Deberíamos cambiar la rutina
Homero: Que te ocurre Lisa?
Lisa: Si, tendríamos que salir mas seguido, hacer algo diferente, vivir la Vida!!!
Homero: De que estas hablando lisa? Nadie te enseño eso! Salimos pues temprano a la ruta, primero salí yo y me despedi de Soren y Brent por que ellos salían un rato después que yo. Llegue a la ruta 412, una de las rutas mas desoladas que vi hasta ahora, esta ruta me llevaría rumbo a Uspallata, donde quedamos con los hermanos Sturlaugson en encontrarnos y además ver quien llegaba primero. Eran serca de 100 km por andar y la mayor parte del camino era de ripio, así que, salí yo primero, luego Brent y luego Soren, el siempre ultimo por que viaja en moto.




Después de unos minutos de haber llegado al punto de partida de la carrera llega Brent que viaja en bici y nos deceamos buena suerte y que gane el mejor. Una hora mas tarde apareció Oscar, un camionero de Lujan de Cuyo, Mendoza. El me llevo a Uspallata, fue un viaje de unas tres o cuatro horas, fue interminable y a lo ultimo me dormía, pero no me podía dar ese lujo, la ruta abrió un abanico de paisajes, colores, animales e historias sobre Brat Pit filmando 7 años en el tibet. Oscar me contó que realiza este recorrido de Barreal hasta Mdza Cap. todos los días de la semana, eso es un dato para los que quieran hacer ese recorrido, es el único camión que pasa por ahí, la ruta esta destruida y se anda muy pero muy despacio. En el camino nos encontramos a Brent pedaleando, de hecho le seguíamos las guellas de la bici, Oscar me dice que le pregunte si quiere que lo llevemos, pero Brent no quiere saber nada y responde con un "it's ok", dadas las circunstancias el ganador del juego otra vez era yo.




Cuando faltaban pocos kilómetros para llegar a Uspallata al camión se le rompió la bomba o la manguera de agua, no recuerdo bien, paramos en un hilo de agua que cruzaba la ruta y Oscar me pidió que le juntara un poco de agua, al agacharme y asomarme al curso de agua que corría con mucha velocidad paso por delante de mis narices una trucha muy grande que intente manotear pero fue en vano, al comentarle esto a Oscar me confirmo que era una trucha y que por la temperatura del agua que baja de la cordillera se pueden ver muchos de estos peces por la zona. Un poco mas adelante estaba un hombre haciendo dedo rumo a Uspallata por que iba a trabajar, así que ya eramos tres; el camión siguió roto y seguimos viaje con la mayor cautela posible para no quedar en medio de la nada y sin ayuda, salvo esperar a Brent y que el pueda arreglarlo, pero eso seguro no iba a ser posible.





Llegamos a Uspallata, tierra de mi abuelo, del vino, el frió y los precios altos, definitibamente Mdza es la puerta al Sur. Acampe en el camping municipal por $10 el día, llegando la tarde aparecieron Los Hermanos Sturlaugson. Brent venia muy cansado, la ruta no fue fácil y además el ripio estaba muy espeso, Soren lo hizo de compañía los últimos kilómetros, llevándole agua también, eso es un buen hermano.


Uspallata es un lugar muy pero muy lindo, se nota mucho como este lugar esta hambientado al turismo extranjero, los precios son altos y los turistas son todos rubios platinados que llegan a este lugar con las ancias de poder tocar la coronilla del flamante sudamericano mas alto. En el camping también estaban dos chicos de Inglaterra, que ocacionalmente crusaron a Argentina el día del aniversario de Malvinas, que causalidad. Estos chicos me contaron que se podia ir al parque provincial Aconcagua y que se podia parar, segun sus ipreciones no era lindo, pero me dijeron que si podia ir que fuera, averigue en la O.T. y me dicen que hay traking para hacer de tres dias, una semana y hasta un mes o mas, lo charle con mis compañeros de ruta, pero ellos decidieron seguir viaje hacia el sur. Como los chicos venian pagando la comida desde hace unos dias, les dije que por ser la ultima noche juntos, les cocinaria la especialidad de mi tierra natal, Chorisos. Soren encendio su moto y dijo, camon Martin! y me guiño un ojo, nos subimos los tres, manejaba Soren, al medio iva Brent y atras yo, me extraño muchisimo que la moto ni hiciera guili, pero despues me acorde que es honda y honda se banca todo. Ellos pararon en el cyber a responder unos e-mail y yo me fui de compras. Llegue al camping donde ya tenia lista la leña y comence con el ritual que mi viajo con mucho sacrificio se encargo de enseñarme, ni bien tire los chori a la parilla, a los Sturlaugson se les hacia agua la boca, entre charlas, risas, vino, musica e historias paganas del Peru, degustamos unos buenos choripanes made in Martin.


Al dia siguiente me levante y los chicos ya tenian el super desayuno estadounidense preparado, mientras comiamos fueron armando sus bolsos de viajes, una vez listos, antes de salir, a Brent se le pincha una rueda y haciendo alarde de su amplia gama de insultos norteamericanos, tubo que desarmar una de sus alforjas para arreglar la pinchadura.



Antes de decirnos chau, les pedi una fotografia para documentar el crucial momento de decir adios a otro viajero que no conociamos y que ni pensabamos encontrar, pero lo encontramos y lo conocimos y es en uno de estos momentos donde uno se da cuanta de por que lo hace, de por que lo elije, de por que uno pone tanto empeño en viajar, y es por que nos damos cuenta de que por estas amistades del camino es que vale la pena viajar. Con un fuerte abrazo y con la promesa de que nos volveriamos a ver en este o en otro pais, Soren apreto el embrague de su honda 200 para darle al primer cambio y acelerar, Brent por su parte se sento en su bicilceta, puso su pie derecho en un pedal y lo undio para poder despegar del caming de Uspallata. Asi fue como se fueron y yo me quede solo en el camping, solo pero con la satisfaccion de haber cosechado una nueva amistad para la vida.





Despues de haber desayunado tan bien, me senti con muchas ganas de andar, asi que me fui a alquilar una bici para subir al cerrode los 7 colores, version Mendoza. El hombre del alquiler de bicis, me aseguro que en tres horas, tre horas y media estaba de vuelta, con mi super bici a todo terreno sali hecho un dios por las calles de Uspallata rumbo al cerro, la cosa es que cuando comenze a subir sentia un fuerte dolor en el pecho y me di cuanta que era mi corazon que estaba intentando salir disparado por algun lado, la verdad que la subida al cerro era tremenda, el ripio no era bueno y ademas el sol estaba muy fuerte, en el camino me los encontre a los ingleces que venian como si nada por la subida y sin una gota de transpiracion, mientras yo agonisaba echado sobre una piedra. Hicimos un tramo juntos y despues ellos volvieron para devolver las bicis por que se les habia pasado el tiempo. Por mi parte, segui pedaleando, pero pasaron tres horas y lo unico que vi fueron dos o tres colores dispersos por ahi, pero seguro que mas adelante estaba el cerro y seguro que yo muy lejos no estaba, pero me tenia que volver por el tiempo, asi que pare para sacar unas cuantas fotos. El tema fue a la vuelta, el ripio como mencione antes estaba en mal estado y bajar en picada por ese camino no era muy seguro, pero si muy divertido. Mi bicicleta contaba con un cronometro y con un velocimetro, asi que cuando comenze a bajar la velocidad comenzo a aumentar y aumentar, mis brasos temblaban mas que cuando me agarro corriente cuando era chico que habia metido la mano bajo la heladera. Asi fue que llegue al centro de Uspallata a 70km/h en bici en camino de ripio y en 10min..






La cosa fue asi, llegue al camping con toda la alegria del mundo y con mucha adrenalina por lo de la bici, voy llegando a mi carpa cuando me encuentro con el lado derecho de la carpa con un tajo de 60cm con otro de 20cm que lo crusaba, la sangre me hervia a 500 grados, pense lo que todos pensarian en un momento asi, pero no tanto, lo primero que pense fue, me robaron!, me robaron los ingleces!!!, a los segundos me dije no, no puede ser que te roben dos ingleces. Sin poder acercarme al interior de la carpa camine al rededor sin pocer creer lo que vi, hasta que me asome por el tajo y vi que estaba todo, que nada me faltaba, pero habian muchos pelos, salgo de la carpa y veo que viene un perro coleando de felicidad por verme y detras de un arbol veo, mi bolsa con comida desparramada por todos lados, la ira misma me hiso levantarme, agarrar al perro y molerlo a patadas, cuando el perro se pudo safar, salio a los gritos a la casa del dueño del camping, acto seguido, me calme y me arrepenti de golpear al perro, lugo aparecio el dueño a los gritos preguntando quien lo habia golpeado, fui yo, le repondi, entre gritos e insultos el señor me pidio que me fuera y le dije que si, pero primero que viera lo que su perro me hiso a mi. Despues de unos minutos de discutir, nos pedimos perdon uno al otro y nos calmamos como dos personas civilizadas. Y despues de esta serie de eventos desafortunados me dedique a coser y pegar la rotura del cubre techo y de la carpa misma.




Al dia siguiente sali temprano al dedo rumbo al parque, lugareños me indicaron que caminara hasta la aduana que quedaba a un kilometro y que de ahi hiciera dedo, asi que camine hasta alli y espere, espero unos tres horas mientras cientos de camiones salian de ahi y me respondian al ver mi dedo en movimineto con un rotundo NO!. Asi fue que paso un Duna con dos hombres que me miraban pero no frenaron, asi que me subi a la ruta y les ajite los brazos con animo de esperar una buena accion, y asi fue, unos cuantos metros mas adelante frenaron e hicieron marcha atras. Luis se bajo del lado del acompañante y me, dijo subi que te llevamos, una vez adentro, me dijeron que hiban hasta un pueblo cercano y asenti sin problemas. Luis es profesor de gimnasia y vive con su padre en Godoy Cruz, Mendoza, iba a este pueblo para ver si podia conseguir unas horas en una escuela para dar gimnasia. En el camino Luis me cuenta que hace unos meces viajo a Europa por trabajo de guardavidas en las playas de las Islas Canarias, donde confiesa que asi como lo disfruto tambien la paso mal y a pesar de esto tiene la oportunidad de vovler este mismo año pero con gente mas confiable. Afuera el camino me deslumbra la ruta se va abriendo paso entre la cordillera que se luse imponente ante todo, haciendolo sentir a uno de segunda mano. Al llegar, Luis me da su numero de telefono y me dice que cuando valla a Mendoza le escriba asi me quedo en su casa, por que dice que el andubo en la calle y sabe lo que es andar solo y sin ayuda, asi, intercambiamos numeros telefonicos y nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos en Mendoza a la vuelta. Sali a la ruta y me dirigi hacia un kiosko donde compre algo para comer, ahi mismo estaba un camionero esperando su pedido y cuando le pregunte si me podia alcansar, solo respondio con un rotundo no. Hable con la dueña del local y me dice que en unos minutos pasara un micro que me dejaria en la puerta del parque, asi fue que espere unos minutos y el micro llego, por unos pocos pesos llegue al parque y en el micro solo quedaban 5 personas y cuando paramos, ninguna se levanto, baje tome mi mochila y vi que un extranjero bajo tambien y tomo su mochila, el chofer nos indico por donde entrar y sigui viaje. Gregory se presento como Gregorio y asi emprendimos camino hacia el flamante Parque Provincial Aconcagua.
Caminamos un kilometro hasta llegar a la entrada para rejistrarnos, la cosa fue que se necesita un permiso para entrar que yo no tenia, al llegar, muertos de cansansio y todos transpirados, en la secretaria nos esperaba Celeste una chica morena de unos veintipico de años con una amplia sonrisa mientras de fondo escuchaba a Charly Garcia. Al registrarnos, Gregory muestra su permiso ya pago y le entregan una bolsa de residuos para tirar todo tipo de desperdicio generado por nosotros mismos, por mi parte, Celeste, me toma los datos y me pide mi DNI al verlo, dice: Te salvaste, los menores de 21 años no pueden entrar y vos los cumpliste hace pocas semanas!, era verdad me salve por que no tenia ni idea, al momento de pagar abone $50 y me entregaron la bolsa de residuo junto a un numero para controlar, al salir del parque teniamos que entregar la bolsa si o si, sino tendriamos que abonar algo asi como 200 dolares. Celeste nos explica que para llegar al Campamento Base teniamos que seguir el camino que mas nos gustara, por que habia muchos, y que todos iban al mismo lugar y que en tres horas aproximadamente ivamos a llegar, a mi casi se me baja la presion, cuando salimos de la oficina, Gregory me dice que pago no $50 sino $150 y riendo me dice: Es por que soy extranjero, esta bien, a mi la verdad no me parece tan bien pero eso es politica y la verdad que no me compete.

Emprendimos el camino hacia el Campamento atraves de senderos rectos, empinados, en bajada y de todas las formas posibles, hasta que llegamos al cartel de bienvenida, es imposible no parar y documentar el echo, asi que eso hicimos. Gregory es oriundo de California, Estados Unidos y viene viajando hace unos meses desde Ecuador, y la verdad que hay algo que tengo que destacar de este chico que realmente era envidiable para mi y es su estado fisico, caminaba siempre derecho con una amplia sonrisa y sin una gota de cansancio, a pesar de que en su mochila llevaba 6 litros de agua en botellas de 2 litros, por mi parte iva doblado de cansancio por el peso de mis mochilas que no eran nada livianas, asi que nos veiamos, mas yo que el, a parar cada 15 minutos por que no podia respirar. El clima en Aconcagua cambia continuamente de manera muy repentina, por momentos, llovia, salia el sol, hacia mucho frio, de repente mucho calor, despues nieve, asi en tan solo segundos, era realmente facinante. En el camino las formas de la cordillera, sus colores, sus animales, el hielo, el agua, que es la mas pura del planeta, algo que intentaba hacerle entender a Gregory pero el no queria entender de ninguna manera y se aferraba con ferbor a sus botellas de agua mineral embasada.

Dos horas despues de mucha caminata y cansansio, llegamos al Campamento Base, haciendo un esfuerzo sobre humano para que el corazon no se nos reventara ni que los pulmones se nos salgan por las narices, el Guardaparque que nos recibe nos felicita por el buen tiempo que hicimos de la entrada hasta alli, nos registramos y al ver unas carpas blancas henormes preguntamos con mucho entuciasmo: En cual vamos a dormir?, a lo que el guarda responde, en las carpas no, se duerme afuera y nos señalo el predio donde se podia acampar. La desilucion fue terrible y mas terrible fue tratar de clavar las estacas en ese suelo minado de piedras durisimas lo que hacia casi imposible clavarlas, el guarda nos comenta que teniamos en nuestras cabezas la cola de una tormenta y que ya iba a pasar, que por eso era tan abrupto el cambio de clima, mientras lo decia estaban cayendo unos copos de nieve que al momento dejaron de caer y salio el sol. Despues de armar las carpas y de rodearlas de piedras para que el viento no las levantara y las llevara hasta Chubut, intentamos dormir, Gregory ya tenia el itinerario armado para el dia siguiente, que consistia en levantarnos temprano, desarmar las carpas y armar las mochilas, para emprender viaje hacia nuestro unico destino en el parque que era Plaza Francia.

La noche fue muy dura de soportar la tormenta siguio y el frio era idescriptible, y mas que nada para mi que tenia una bolsa de dormir echa en casa de alguien con unas telas de por ahi, era cuestion de abrigarse lo mas posible: tres pares de medias, zapatillas, bermuda y pantalon largo, dos remeras, un buzo, una campera bastante gruesa, el poncho de mi viejo, infaltable en todo tipo de encuentro de mochileros, guantes, bufanda y despues de todo eso, tenia que tratar de meterme en la bolsa, y despues de todo eso el frio me rompia los huesos y lo que ayudaba a todo esto era que soy terriblemente friolento, pero sobrevivi de todos modos.
Al otro dia, armamos todo y le dejamos nuestras mochilas grandes a una chica inglesa que acampaba serca nuestro y dormia en una carpa para dos personas dentro de otra de tres personas para poder soportar el viento que era arrasador. Salimos bien temprano, con mucho frio y viento de todos lados, realmente caminar por esos lugares fue simplemente hermoso y mas aun cuando caminamos por encima del glaciar, Gregory no entendia por que cada vez que veiamos nieve en algun lugar yo corria desesperado a comerla ni tampoco como podia tomar el agua de deshielo que bajaba de lo mas alto pensado que seguramente estaba contaminada con algo impuro.
La foto de arriba nos la saco Erick, otro estadounidense de Florida que nos alcanso por el camino, hablaba muy poco español el cual Gregory no manejaba con fluides, pero se podia charlar bastante, Erick viajaba solo, pero no por mucho tiempo.
Derepente ante nosotros aparecio este bloque de hielo que sobresalia del glaciar, la verdad que era muy grande y ademas muy tentador, le comento a Gregory que si le untabamos lalengua se nos quedaria pegada, el sonrie pero no me cree ni lo intenta, depsues de una larga incistensia acepta y acto seguido paso lo que se imaginan, se nos quedaron pegadas las lenguas, Dios quiso, no se por que, que no s enos pegaran demaciado por que sino hubiera sido un problema bochornoso. Despues de fotos y mas caminata yo me sentia cada vez mas cansado, en muchos tramos pense el volver por que no podia seguir mas, lo sierto es que no tengo un estado fisico aceptable para este tipo de cosas, al principio de la travesia, lo miraba a Gregory que caminaba con sus bastones de fibra de aire supongo que eran por que no pesaban ni dies gramos y pensaba que era innecesario que se podia camianar sin eso tranquilamente, pero a medida que pasaba el tiempo, nunca antes habia deseado tanto en la vida que tener un par de esos bastones para poder caminar por que ya no lo soportaba mas, me hiso acordar a mi pobre infancia en la que desee con cuerpo y alma una bicileta para poder ir donde quisiera.

Al llegar a Plaza Francia comenze a correr desaforadamente hacia cualquier lado gritando a viva voz "¡La Puta Madre que vale la pena Ser Mochilero!" Gregory y Erick no entendian nada pero daba igual, llegar a ese lugar tan desolado, tan alto y tan hermoso era para disfrutarlo a los gritos y a las corridas, ver imponente erguirse encima de uno al Aconcagua realmente te quita el aliento, ver el hielo colgar de las alturas, camianr por el glaciar y en mi caso comerse un pedaso del glaciar y mas o menos un kilo de nieve no tiene descripcion, es un lugar que te hace estar fuera del tiempo, uno se siente tan lleno de vida, tan poderoso, tan insignificante y a la ves el mas afortunado del mundo.
La vuelta fue tan dura como la ida, cuando saliamos del parque la gente que llegaba nos preguntaba cosas y no podiamos responder nada por que estabamos rebentados. Cuando llegamos a la entrada nos piden la bolsa de residuos que teniamos bacias y nos dicen que si nos apuramos conseguiriamos el ultimo micro que nos llevaria hasta Mendoza Capital si queriamos, caminamso con mas fuerza aun, pero no llegamos, asi que seguimos caminando hasta Puente del Inca que estaba a un kilometro o dos. Cuando llegamos nos metimos en un negocio de comidas y nos desplomamos en las sillas sin poder mover un solo musculo, fueron mas de 10 horas de caminata sin parar a descansar. Gregory me propone comprar comida para los dos y el pagaba los pasajes del micro, pedimos dos hamburguesas enormes como para gigantes y las deboramos en minutos, con mucha precaucion de Sirah, la san bernardo que vigilaba el lugar.
En un momento de silencio, Gregory me agradece por haber sido tan amable con el y por haber echo toda la travesia juntos, las palabras se le mesclan y me doy cuenta que se emociona y acto seguido me mira y dice: Quiero llorar, esto me emociona, deje la botella de gaseosa sobre la mesa, lo mire a los ojos y le dije que llorara si es lo que queria, que no tubiera verguenza, sin dejar de sonreir solto sus lagrimas en aquel parador sin nombre, en ese lugar donde se ven pasar tantos turistas, ahi donde los extranjeros son mirados como ricachones sin sabor, en ese lugar, ese chico oriundo del otro extremo del continente, decidio llorar sus sentimientos junto a otro chico del extremo opuesto a este continente sin pensar el lo que lo rodeaba, si lloraba penas, amarguras, felicidad o distancia no importaba, lo que importaba era que dos personas totalmente extrañas se juntaron en un lugar cualquiera y sellaron una amistad, una amistad viajera que se sostendra en el tiempo y en la distancia.
La cosa fue que mientras comiamos, afuera, habia un micro estacionado, Gregory sali a preguntar si era ese, pero como no tenia el mismo nombre del boleto penso que era otra empresa y no le pregunto, volvio y solo dijo que ese no era; asi pues, terminamos de comer y esperamos y esperamos hasta que el comedor serro y nos tubimos que ir, le pregunto al dueño por el micro y me dice que el ultimo del dia era ese que estubo parado durante 40 minutos afuera, sin saber que hacer mas que maldecir todo lo que nos rodeaban, preguntamos a todos los que se nos cruzaban y todos nos decian lo mismo, que el ultimo micro ya habia pasado. Se hiso de noche y tubimos que pensar en donde dormir, camping no habia, para tirar la bolsa tampoco y ademas necesitabamos una cama si o si, nos dijeron que podiamos preguntar a los soldados si nos daban lugar, pero Gregory no quizo, el queria ir a la flamante Hosteria Puente del Inca y yo le aclare que iva a ser caro, pero no quiso escuchar razones. Fuimos a preguntar si habia lugar y si lo habia, el tema era pagarlo, despues de peliar precio, acordamos un numero que no voy a publicar por que me da verguenza. Nos dieron la llave y nos desplomamos en las camas calentitas sin titubear, Gregory me propone ir a averiguar si Erik el otro norteamericano que dejamos atras en el parque estaba hospedado ahi para pedirle que nos lleve a Mendoza el dia siguiente en su auto alquilado, asi hicimos y por suerte divina nos confirmaron que el estaba, pero decidimos hablar con el al dia siguiente.
Despues de un buen baño nos fuimos a la cama para darle algo de respiro y comodidad a nuestro cuerpo. Al dia siguiente nos levantamos y salimos como zombis a desayunar ya que moriamos de hambre y 10 minutos antes de que nos echaran de la hosteria por haverse cumplido el horario entro en el comedor el tan anciado Erick. Nos quedamos con el charlamos un poco, en realidad ellos charlaron un poco por que yo no entendia nada, pero si me daba cuenta de que Gregory no le habia preguntado nada todavia de si nos podia llevar, asi que le di como tres patadas por debajo de la mesa hasta que se animo y muy sonriente Erick dijo que no habria problema y con una sonrisa mas grande que la de el salimos corriendo a armar las mochilas para partir.
El auto era un Gol tres puertas, un auto chiko pero no tan chiko como para que no pudieramos entrar, nos acomodamos y emprendimos felismente el viaje por la RN 7 hasta la ciudad. Llegamos a Uspallata y paramos en un restoran a comprar unos alfajores, vino e ir al baño, lugo seguimos viaje felices y contentos, hasta que despues de tres horas de viaje un camionero nos para en la ruta y nos dice que nos volvamos por que hay una manifestacion en una carcel y que habian cortado la ruta y estaban tirando piedras a los autos, asi pues, volvimos a Uspallata, cargamos nafta y compramos unas papas fritas para el camino, mate cero.
La ruta que tomamos fue la numero 53, que pasa por el Hotel Villa Vicencio y es en casi su totalidad de ripio, el camino es totalmente fantastico, son todas curvas y contra curvas, subidas y bajadas y en el camino se pueden ver, llamas, condores y montones de cactus y otros animales raros que no se que eran. Asi llegamos Mendoza y nos fuimos a un bar a tomar unas cervezas, una hora y media mas tarde, Erick nos llevo hasta la terminal, el siguio viaje hacia el sur, yo me quedaba en la ciudad y Gregory se hiba al sur pero no se fue con Erick por que no tenia tanto tiempo para andar, nos despedimos de el y nos fuimos a buscar un micro a la terminal.

20 minutos despues me despedi de Gregory con un fuerte abrazo y con la promesa de volver a encontrarnos otra vez ya sea en Argentina, en California o en otro lugar del mundo.
Le escribi a Luis y despues de unos cuantos mensajes me dio la direccion de su casa y las indicaciones para tomar el colectivo que me llevara hasta ella. La primera imprecion que tube de Mendoza fue que es una ciudad grande con mucha gente y tal vez un poco aquilombada, pero estable y muy hermosa ademas, se hizo de noche y un chico me ayudo a tomar el colectivo y me indico donde tenia que bajarme. Llegue a la casa de Luis y cuando estaba por golpear la puerta, el la abria para ver si estaba en camino, abrazos y saludos y adentro a tomar mates. Mas tarde llego el padre de Luis y despues de contarnos anecdotas de la vida mutuamente nos fuimos a dormir, Luis me presto su bolsa de dormir Quechua importada desde el viejo continente y la verdad que es la bolsa mas confortable en la que eh dormido.
En la casa de Luis me hospedaron como un rey durante unos tres o cuatro dias, salimos a bailar y me mostraron la hermosa ciudad de Godoy Cruz y de Mendoza, pasie por la ciudad en colectivo y a pie y me enamore de Mendoza, desde que me fui que sueño con volver. San Juan y Mendoza fueron para mi una bofetada muy grande de emociones y anecdotas, dos provincias que me dieron y me enseñaron muchas cosas, conoci gente fabulosa, hice amigos por muchos lados y muero por volver...
Gracias a los hermanso Soren y Brent, a Oscar el camionero, a los chicos de Inglaterra, a Greory, a Luis y a su padre, y a todos aquellos que me cruce en estas dos gigantes provincias, a todos, hasta pronto.
(si hay faltas de ortografia, sepan disculpar, escribi sin mirar, jejej se vemo!)

2 comentarios:

Andy dijo...

Alto viaje man!!!
Recien encontre tu blog y lo estoy leyendo la verdad es que hay mucho material así es que lo ire leyendo post a post ;)

Me este blog es bien detallado y al leerlo la verdad es que me dan ganas de salir a la ruta tambien
Nos estamos viendo por aquí!
Buenos caminos!

Martin "El Toro" Mochilero dijo...

Gracias Andy! me alegro que te alla gustado el blog, tardo en actualizarlo pero bue es lo que hay...

cualquier info que necesites avisame y te comento.

saludos, buenas rutas!