viernes, 6 de agosto de 2010

Una nueva, Neuquen

Resulto ser que Jose era un tipo copadisimo. Nos aclaro que en su pais se pronuncia "yose" asi que asi lo llamábamos. También resulto ser que el iba para Villa La Angostura, nuestra alegría no entraba en ese camión, estábamos felices y muy cómodos por cierto, lo malo era que nos pasábamos por alto San Martin de los Andes y Junin de los Andes.
Yose hablo con un compañero que venia en otro camion desde chile y le recomendo a Yose que cambiara de ruta y bajáramos por la numero 7 que es provincial, es de polvo y que nos ahorraríamos 100km asi que eso fue lo que hicimos. La primer noche la pasamos en Barrancas, que es un pueblito que esta en Neuquen, justo en el limite con Mendoza, ahí paramos en un camping que no nos cobraron comimos pollo a la parrilla y tomamos mucho vino y sacamos muchas fotos. Esa noche me fui a dormir pensando en lo feliz que era en ese momento y en las personas que me estaban acompañando, muy a gusto con mi viaje me fui a dormir mas que contento, pero tuve una pesadilla. Soñé que me despertaba a la mañana siguiente y me levantaba de buen humor listo para seguir viaje. Salgo de la carpa y veo para mi sorpresa, que la carpa de Yago y Maria no estaba y salí corriendo a la entrada del camping y el camión de Yose tampoco estaba, corría por el pueblo y no había nadie, estaba vacío. Volvía corriendo al camping y veo que mi carpa ya no estaba y entonces desperté.
Desesperado y a los manotazos salí de la bolsa de dormir y sin pensar en el frió que hacia afuera salí en remera y en boxer fuera de la carpa, miro a mi alrededor y veo que la carpa de los chicos ya no estaba y me entre a desesperar otra vez, hasta que vi que justo detrás de mi carpa estaba la de los chicos, es que como es mas chica no la vi. Maria salio y me dijo "Buen dia Martin" y ahí suspire aliviado. Supongo que el sueño se debe a que cada vez que nos sentimos tan a gusto, tan complacientes y felices en algun punto tememos perder todo eso y vovler otra vez a lo que nos hacia mal o a lo cotidiano.

El andar por esa ruta era fascinante y agotador, era solo arena y viento, puro desierto, nada mas, una de las mejores rutas que transite fue increíble, en el camino Yose nos mostró su MP4 lleno de música mexicana, cristiana, de cumbia y cuarteto, todo de atrás para adelante una y otra vez, algo tedioso pero gracioso cuando hacíamos los cuatro coros a los gritos, nunca pensé que sabia tantas canciones de Marco Antonio Solis!. En el camino Yose le presto el camión a Yago para que aprendiera a manejar, con la dificultad que lo estaba haciendo en arena y en un camión cisterna.
A mitad del camino vemos que un hombre sale de entre unos arbustos y nos hace señas para que paremos. Yose frena y el hombre se acerca, dice que están hace tres días arreando bacas y que se quedaron sin cigarrillos si no les podríamos vender algunos. Yose le dice que si y pone marcha atras y nos dice: "Hoy comemos acá", acomodo el camión y nos bajamos, esos pobres hombres no entendían nada, un camión por ahí y encima se bajan, un brasilero, uno de buenos aires y dos gallegos. Al bajar vemos que estaban asando un cordero, asi que Yose les dio un cartón de cigarrillos a cambio de que nos invitaran a comer, estos hombres seguramente pensaron que era Dios. La comida estuvo excelente y el momento que pasamos con esta gente fue mágico, perdidos por ahi en medio del desierto, con el camión, el viento que soplaba un momento inolvidable.
Llegamos a Barda del Medio con la suerte que justo ese día era el cumpleaños numero 100 del pueblo, había múltiples festejos por todos lados, pero por lo pronto decidimos ir a acampar y nadar un poco en el río, que por cierto era bastante caudaloso. Por la noche fuimos a los festejos del centenario del pueblo, paseamos por la feria, comimos y terminamos viendo a Kapanga en vivo, una banda de rock, que nunca había tenido la oportunidad de verlos tocar y esa noche se me pudo dar.
Al otro día nos levantamos temprano, desarmamos las carpas y seguimos viaje hacia Cipolletti, allí Yose tenia que cargar el camión para llevarlo a Chile dos días después, esperamos mucho tiempo en la planta de gas hasta que terminaran de cargar el camión, teníamos que estar detrás de unos arboles medio escondidos ya que el camionero no puede llevar acompañante en su camión.
Una vez terminado eso, nos fuimos hasta una rotonda a la salida de Cipolletti a esperar a dos amigos de Yose, también camioneros, dejamos los Scania en esa rotonda y nos fuimos caminando a la ciudad a buscar comida para cocinar algo a la noche, hacia frío y había viento, estábamos entrando en el sur y eso era claramente un anticipo. Esa noche dormimos entre camiones, sueño cumplido de mochilero claramente, nos despedimos de los amigos de Yose, y de ahi solo nos quedaba un solo destino Villa La Angostura.
Después de hacer noche en Piedra del Águila, llegamos a La Angostura, lugar mágico y pintoresco si los hay, primero nos recibió un ciervo que atravesó la ruta delante nuestro y se perdió en el bosque de pinos a nuestra derecha y a nuestra izquierda, el famoso y mítico lago, Nahuel Huapi.

Esa misma noche fuimos a festejar por todo lo que habíamos vivido los últimos 5 días, el echo de encontrarnos y vivir situaciones que no olvidaremos jamas, en ese bar recordamos todo nuestro viaje y dejamos bien en claro que fue una experiencia única para cada uno de nosotros. Yose partió al día siguiente hacia Chile, donde mas tarde se encontraría con los españoles. Nosotros nos quedamos ahí y nuestro viaje siguió por un tiempo mas. La Angostura me demostró varias cosas, que se puede hacer economía en un lugar tan caro, que el bosque siempre te va a albergar, que los perros saben nadar muy bien y que es un muy buen lugar para los segundos encuentros.

Gracias por leer y por esperar hasta que postee.

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